lunes, septiembre 03, 2007

No son angeles

Victor pensó que mi hermana se había ido, así que él también se fue, ella lo siguió buscando y se encontró de frente con un tipo muy atractivo, de bellas facciones, que le ofreció ayuda, ella lo rechazó amablemente y le dijo que se iría caminando, y así lo hizo. Camino muchas calles, hasta que al pasear por una, estaba maravillada por el tipo de arquitectura de las casas, nunca había estado en ese lugar, las encontraba muy bellas y pensaba que a mi me gustarían, siguió caminando y se detuvo frente a un convento “nuestra señora de... “ alcanzó a leer. Él llego de algún lado, llevaba un ramillete de flores de lis, blancas y una flor de lis roja, la miro y le ofreció que escogiera una, ella iba a recoger una blanca pero finalmente él le paso la flor roja.
Otro tipo parecido estaba a su lado, había un coche, se percato que había un bello bebé en el, los miro a los tres sin comprender, todo se sentía tan bien, una leve inquietud la incomodo, se tranquilizó y ella les pregunto si eran Ángeles, dándolo por sentado. El bebe la miro y con una voz grave le dijo, “no somos Ángeles, somos algo alternativo”...
el rostro se había transfigurado, la inquietud se volvió miedo, y cuando ellos se fueron contra ella se volvió pánico.
Cuando le apretaron el cuello, y le taparon la boca y la nariz, presionando su cabeza contra algo blando, se dio cuenta de que estaba acostada en su cama, el bebe era algo de forma verdosa, pequeño y repugnante, los otros dos no habían cambiado tanto, trataban de ahogarla, y el duende hablaba fuerte. Entonces algo de comprensión la iluminó, comenzó a rezar el ave maría, pero le costaba concentrarse, la voz era fuerte, trataba de no prestarle atención pero inevitablemente la distraía, trato de concentrarse en su propia voz mental, y repitió el rezo, tenía miedo, las criaturas eran mas fuertes de lo que jamás había visto o sentido.
Se despertó estaba en su dormitorio, era de día ya, pero los ojos se le cerraban tenía tanto sueño. Volvió al sueño y ellos seguían ahí, el monstruo le decía que se rindiera, que nada de lo que hiciera lo evitaría, estaban sobre ella, sentía el peso de sus cuerpos, la presión en el pecho.
Volvió a abrir los ojos, trataba de no caer de nuevo, lucho por despertar definitivamente. Haz vuelto le dijo la voz, y otra vez las manos del sujeto que le había regalado la flor, aferró su cuello con mas fuerza, ya no podía respirar...
Se levanto bruscamente de la cama camino hasta la puerta de la habitación y la abrió, la vi devolverse a la cama, se volvió hacia mi, y me dijo: “Estaban aquí, no podía despertar, me estaban ahorcando...” y comenzó a contarme lo ocurrido. Porque soñamos estas cosas me dijo, no supe que responderle... sabemos que no pueden ser simples sueños, pero que son?

Me preguntó que pasaría si un día en los sueños ellos ganaban, si moriamos en el sueño...¿qué pasaría?, yo me hago la misma pregunta...

(registro i: mi hermana)

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