domingo, diciembre 30, 2007

Olvidado

Caminábamos por la casa, revisando y mirando habitación por habitación.
Subiendo unas escaleras, al pasar y solo de reojo vislumbre una silueta, nadie mas la vio. Estuve apunto de olvidarla y continuar, pero decidí parar, ir a la habitación y mirar bien, y ahí estaba.
Un hombre mayor, en pijamas, se movía de un lado a otro, estaba molesto, no comprendía, porque la gente no le hablaba, porque lo ignoraban, porque vendían su casa, por la que había luchado tanto, sin siquiera preguntarle.
Me puse frente a el, y le grite
-FUERA-
el se me quedó mirando estupefacto primero
-FUERA DE AQUÍ-
repetí, me enfrento enojado, gruñía
-FUERA DE AQUÍ-
repetí mostrando fuerza y también cierto enojo, por dentro me rompía el corazón pero no podía ser suave, el ya no pertenecía a este mundo y no se podía razonar con él,
-FUERA DE AQUÍ-
y apunte hacia la ventana, el miro la ventana y trato de darle la espalda y mostrarme su enojo y que no quería irse.
Luego de varios intentos el se volteó y camino hacia la ventana, estaba abierta y el salió al pequeño balcón. Ahora él era libre.

(registro i:exp)

sábado, diciembre 22, 2007

El Código

Ahora que camino tranquilo por los pasillos de nuestra unidad, puedo meditar los eventos vividos los últimos días, desde la frenética búsqueda del sujeto antes que la corporación, las persecuciones con explosiones incluidas, hasta la entrega de ese hombre al que cuidamos para que sobreviviera.
Pienso que tal vez ahora tengamos que matarlo, nosotros que casi morimos por salvarlo, ahora podríamos ser sus verdugos, todo por ser el ganador de una lotería infernal, una que fue advertida hace tantos siglos, que tal vez no significa nada mas que las alucinaciones enfermas de un sicótico, o podría ser el anticipo y comienzo del fin de nuestra existencia. Con todo el sujeto ya esta aquí y le realizan las pruebas de rigor, dentro de unos minutos sabremos si es el, o solo uno de los muchos prototipos incompletos que hemos receptados todo este tiempo.

Mis pasos resuenan en los pasillos vacíos mientras camino hacia la sala de reuniones, donde sabremos los resultados del análisis genético.

Al entrar A y B están sentados y un sobre blanco sobre la mesa me espera, los miro, nadie dice nada, tomo asiento y tomo el sobre sin dejar de mirarlos. Nada en sus rostros delata el contenido. Abro el sobre y lo leo, rápidamente sin saltarme las frases iniciales aunque ya las he leído muchas veces, como si quisiera retrasar lo mas posible el dato numérico decisivo, al llegar a él, suspiro aliviado para mis adentros, el sujeto me caía bien, pero la inquetud de todas formas se adueña de mi, los números ahí indicados también delatan que no queda tiempo, el código genético se esta completando, los vuelvo a mirar y me pasan una nueva carpeta con las instrucciones de la nueva misión, dejo los resultados sobre la mesa, y me retiro.

... en mi mente los últimos números del código ...664, el tiempo se agota.

(registro i: código)