jueves, agosto 10, 2006

el primer encuentro

Siento un ruido lejano, trato de ignorarlo y seguir durmiendo...el ruido es mas fuerte y mas repetitivo, a una señal de mi inconsciente, la adrenalina sube y abro los ojos al mismo tiempo que me siento en mi cama, miro hacia el ventanal del balcón, el ruido parece venir de afuera, miro a mi hermana que esta en la cama de al lado, estaba sentada también, y en la penumbra de la noche logro ver que sus ojos están fijos en el balcón, las ventanas están cerradas y las persianas de madera también...
-lo sentiste-me pregunta
-que era ese ruido?-le respondo mirando otra vez hacia la ventana
-parece que hay alguien afuera- el ruido se había detenido, y el miedo nos tenía inmovilizadas, seguíamos sentadas mirando y tratando de ver si alguna sombra delataba a un posible intruso.

La primera vibración nos puso de pie, ese era el ruido que escuchaba entre sueños, las persianas se estaban moviendo, eran sacudidas con violencia, como si alguien las jalara desde afuera, a tientas y lo mas rápido que pudimos salimos de la pieza, ni siquiera tratamos de prender las luces, desde el fondo del pasillo, venia corriendo mi hermano, que se despertó con el ruido.

Parecía que las persianas se iban a reventar, bajamos corriendo las escaleras hacia el dormitorio de nuestros padres. Llegamos a tropel, asustados casi gritando, mi papá se despertó y preguntó que pasaba. Entre balbuceos se entendió algo de lo decíamos todos juntos.
-no sintieron el ruido?- preguntamos- las persianas del balcón se estaban moviendo!!! -como mejor pudimos dijimos que alguien se quería meter por el balcón, se levantaron, prendieron todas las luces de afuera, miraron por las ventanas, pero no vieron a nadie, encendieron las luces de toda la casa y subieron al segundo piso, y nosotros tres esperamos en las escaleras.
-no hay nada- le escuché a mi mamá, subimos y con las luces ahora encendidas, nos acercamos al balcón, las persianas estaban cerradas y nada parecía haberles pasado, el pasador estaba intacto y por las rendijas se podía ver hacia afuera, era una noche con luna, así que se veía claramente. Ahí no había nadie.
Estabas soñando-me dijo-
-pero ellos también lo vieron y lo escucharon-rebatí
-son mas chicos que tu, y los sugestionaste- me dijo, se rió. Nos hizo acostarnos de nuevo.
-Ya, ya, ya, mañana tienen que ir al colegio. Duérmanse que se tienen que levantar temprano.

Hicimos caso, pero con los años jamás olvidamos lo que paso esa noche y otras muchas veces.
Tal vez lo soñamos, pero eso jamás significo mucho, nuestros sueños pocas veces han sido inocentes sueños.

registro i (la casa)

3 comentarios:

Juanjo dijo...

Quizás tantas historias de los años 20 que en su momento fueron de terror, y que hoy se miran con algo de risa tienen algo de verdad.

A_ROJO dijo...

acaso no eran de verdad???

brrrrrrrr (miedo)

Carolina Z. dijo...

me temo que esta no la invente.