lunes, noviembre 26, 2007

Invasión

Llegaron silenciosamente... ocuparon los puestos de trabajo mas bajos de la jerarquía de nuestra sociedad, los que nadie quiere, pero ellos aparentemente por necesidad los aceptaron, de a poco todos los "pequeños" trabajos que son aquellos que permiten el funcionamiento de nuestra ciudad, estaban en sus manos...y lo hacían bien.

Nadie les presto atención, nadie los veía, cada vez eran mas, pero a nadie le importo.

Cuando las manecillas del reloj de la estrategia indico que el momento había llegado, ni todas las armas, super sitemas, redes de inteligencia, pudieron hacer algo, ni siquiera preverlo.

Un día marcado en otro lugar, la ciudad se paralizo, nada funcionó.

El enemigo entro sin mucha resistencia... ahora si los vieron...pero ya era tarde.

sábado, noviembre 03, 2007

Atrapados

…ya habíamos probado salir por la que se suponía era la puerta principal, pero para nuestra sorpresa nos llevo directo a la habitación mas alejada de la casa. ¡No tiene sentido!, ¡esto no esta pasando!...- repetíamos todos.
Lo intentamos una y otra vez…del extremo que estuviéramos tratando de salir, llegábamos al opuesto mas alejado. La sensación de vacío se hacia mas fuerte, no había mas ruido que el que provocabamos nosotros.

A la perplejidad inicial se le empezó a sumar nuestro miedo al descubrir que todo era como un enorme túnel circular y no podíamos escapar de nuestra propia casa. Enloquecidos por la desesperación corríamos en distintas direcciones, probando distintas y alocadas posibilidades para lograr salir, chocábamos entre nosotros y no importaba.

En ese movimiento frenético un repentino silencio, que no habíamos notado al principio, nos hizo detenernos …-shhhh- dijo uno de nosotros
al mirarnos y poner atención, descubrimos que faltaba gente,
-encontraron una salida!!!-
la esperanza retorno al tiempo que comenzamos a pensar por donde se habían estado moviendo ese grupo, lo que nos llevo a revisar nuevamente el patio trasero que fue el ultimo lugar donde los habíamos visto.
Pero no había ninguna señal, las pisadas estaban revueltas y mezcladas en el terreno blando.
Mientras revisaba una de las esquinas más alejadas, un grito de horror me hizo volver la vista hacia un muro más cercano a la casa. Cuando me acerque lo suficiente y antes de que comprendiera lo que trataban de decirme, los escuche.

Sus voces se escuchaban tan extrañas... apagadas... como si vinieran de un lugar muy profundo. Para mi sorpresa venían del muro… del interior del muro.
De alguna forma habían tomado una ruta que no los llevo a otra habitación sino al interior del muro.
-¿qué hacemos?- nos empezamos a remover inquietos -¿que hacemos, como los sacamos?- nos miramos sin saber que hacer.

Mientras pasaba la mano por la superficie rugosa y áspera del muro, este empezó a soltar arena y tierra -déjalos salir- pensé para mis adentros, y se desprendió un trozo mas grande, fue entonces cuando note que junto con sus voces, había otro murmullo, que a medida que el agujero se hacia mas grande se aclaraba y ahora sonaba como una especie de aullido.

-deja salir solo a mis amigos...- repetí en mi mente, pero sentí que ya era tarde, al tiempo que una mano que reconocí salio libre, luego salieron otros de los desaparecidos… el aullido se hizo mas claro y cercano, se me erizaron los pelos y comencé instintivamente a alejarme del muro, caminando lentamente hacia atrás sin dejar de ver el muro, todos comenzaron a retroceder, cuando me había alejado ya a unos tres metros, literalmente salto expelido del muro una especie de licántropo de oscuro pelaje y mirada brillante, me miraba fijamente, como si hubiera sabido que estaba ahí.


Comencé a correr en sentido contrario, y al voltear vi que venia rápidamente tras de mi, en la confusión y pánico que se inicio con la aparición de otras criaturas iguales al primero, todos comenzaron a gritar y a correr en distintas direcciones, desde aquellos que arrancábamos, hasta aquellos que iban a enfrentarlos, como un ultimo acto desesperado.

Una de esas personas choco de frente con mi perseguidor, dandome tiempo de llegar a una habitación pequeña que se encontraba en el fondo del patio, al entrar el miedo me hacia temblar, me costaba respirar y muchas ideas cruzaban por mi cabeza... me hacía pensar en esconderme primero, pero mentalmente ese plan chocaba con la idea del olfato que pudiera tener la criatura, por lo que era inútil... trataba de pensar como defenderme.... pensé en un arma con balas de plata, lo que era un absurdo, no porque no fuera una buena idea, sino por que era imposible que hubiera una justo en mi casa, y justo en la habitación del planchado, y si solo era un mito... igual que los licántropos pensé también y comencé a buscar cosas de plata, algo por ultimo que pudiera sentir como un arma, y solo encontré una especie de medalla cuya imagen estaba boca abajo, era del tamaño de mi mano, corrí hacia ella y la aferre como mi ultima esperanza...

La puerta que estaba tras de mi comenzó a abrirse lentamente...

(registro i: licántropos)